viernes, junio 06, 2008

Arroyos de leche...

Escuchaba horrorizado anoche cómo nuestra presidenta hablaba en un tono ridículamente dramático de los productores agropecuarios, y de que veía "arroyos de leche." No quiero ser ordinario, me reservaré lo que le diría si estuviera aquí a mi lado.
Creo que muchos se preguntan por qué tiran tantos litros de leche, y es por falta de infraestructura, no hay cómo conservarlos. Respecto de la actitud de descartar tantos miles de litros en lugar de repartirlos, donarlos o regalarlos, no entiendo al alma humana, y no puedo comprenderla, sabrá Dios por qué deciden una u otra cosa. Creo que debe haber quienes piensan que para qué le van a regalar algo a esa gente que, en vez de ser agradecida -quizá lo es de dientes para afuera-, al otro día va y te hace un piquete en favor de la política gubernamental y caga a palos a tus hijos en la plaza, en plena calle, apoyando y defendiendo el clientelismo político instalado por Domingo y mantenido por todos sus seguidores.
Así que la presi veía arroyos de leche... creo que de algún lado habrá sacado la idea...

Romería
No te vi cuando soltera,
de casada te encontré,
de casada te encontré.
No te vi cuando soltera,
de casada te encontré.

De casada te encontré,
en lo oscuro a la romera
de noche desnudaré.
En lo oscuro a la romera
de noche desnudaré.

Sobre sus carnes marchitas
haz que florezca la rosa,
sobre sus carnes marchitas,
y en el vientre de tu sierva
brote la rosa amarilla.

Ríos de casadas suben,
ríos de casadas yermas,
mientras ríos de hombres solos
van bajando por las sierras.

Señor, calma con tu mano
las ascuas de su mejilla,
las ascuas de su mejilla.
Señor, calma con tu mano
las ascuas de su mejilla.
Señor, calma con tu mano
las ascuas de su mejilla.

Las ascuas de su mejilla,
y abre tu rosa en sus carnes,
aunque esté llena de espinas.
Abre tu rosa en sus carnes,
aunque esté llena de espinas.

Con rosales de alegría
el cielo tiene jardines,
con rosales de alegría,
y entre rosal y rosal
la rosa de maravilla.

Alrededor de sus hojas
arroyos de leche tibia
juegan y mojan la cara
de las estrellas tranquilas,

La casada seca y triste
en el río se bañaba,
en el río se bañaba,
la casada seca y triste
en el río se bañaba.
La casada seca y triste
en el río se bañaba.

En el río se bañaba,
por el cuerpo le subían
los caracoles del agua.
Por el cuerpo le subían
los caracoles del agua.

Y el temblor a sus espaldas
le daba fuego a su risa,
y el temblor a sus espaldas,
las arenas de la orilla
y el aire de la mañana.

Si tú vienes a la romería
a pedir que tu vientre se abra,
si tú vienes a la romería
no te pongas un velo de luto,
sino dulce camisa de Holanda.

Dormiré sin despertarme,
marchita pero segura,
marchita pero segura,
dormiré sin despertarme,
marchita pero segura.
Dormiré sin despertarme,
marchita pero segura.

Marchita pero segura,
por temblar por si mi sangre
tu nueva sangre me anuncia.

Hasta la raíz del grito
con mis manos he cerrado,
hasta la raíz del grito,
porque yo misma he matado
la esperanza de mi hijo.

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