viernes, octubre 27, 2017

Yo era el tipo, y aunque aún sangraba casi no sentía dolor; ya me resignaba a esperar que cicatricen mis heridas.
Era el tiempo de plantearse nuevamente las ideas, los proyectos y los planes, en fin, de mirar de alguna otra manera los objetos y las cosas que me hacían ser y no ser todo y nada, nada y todo.

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