Hace un rato escuché que hablaban sobre la objetivización de la persona, en referencia, según entendí, a que uno busca formar parte de un colectivo y para ser aceptado se convierte a sí mismo en objeto de deseo, pero vamos, que quienes sostienen ésto lo hacen para alimentar su propio colectivo, arriar para su rebaño, desviar agua a su molino o la analogía que prefieras, no me quiero explayar demasiado. Objetivización no está en el diccionario. Es sólo otra construcción más de los "deconstructores" que están canjeando tu vida por espejitos de colores... no te dejes deslumbrar, leé, escuchá, pensá tus propios pensamientos, no te alimentes de lo que ya está rumiado, estudiá, aprendé para poder discernir con libertad verdadera. Y si me vas a odiar por escribir todo esto, odiame sabiendo que no hay vuelta atrás.
jueves, diciembre 17, 2020
martes, octubre 20, 2020
lunes, junio 22, 2020
Europa del Este.
Mis manos, tan inquietas
y tu piel pálida y tibia
y la gran tentación de posponerlo todo,
dejándose llevar por el deseo.
Sobre la hierba, un libro abierto,
envuelto en un clima que invita a leerlo.
Europa del Este no está tan lejos.
y tu piel pálida y tibia
y la gran tentación de posponerlo todo,
dejándose llevar por el deseo.
Sobre la hierba, un libro abierto,
envuelto en un clima que invita a leerlo.
Europa del Este no está tan lejos.
La sustancia hidrosoluble.
Al fondo hay, a lo lejos,
una casa, algunos autos,
aquí al frente está tu rostro
sonriente, y en tus manos
la sustancia hidrosoluble.
una casa, algunos autos,
aquí al frente está tu rostro
sonriente, y en tus manos
la sustancia hidrosoluble.
Un vaso de ferné.
Ella me miraba fijo al otro lado del salón.
Sonreía y me hacía sonrojar.
Yo era sapo de otro pozo
y entre toda esa gente
me decía todo el tiempo
¿qué hago acá?
Dame un vaso de ferné,
dame un vaso de ferné.
Sonreía y me hacía sonrojar.
Yo era sapo de otro pozo
y entre toda esa gente
me decía todo el tiempo
¿qué hago acá?
Dame un vaso de ferné,
dame un vaso de ferné.
Libre y feliz.
Te vi entre la multitud y sentí como una bocanada de aire fresco llenandomi pecho y mi alma. Tu mirada distraída por todo y nada a la vez me hizo pensar en lo poco que valoramos las cosas simples, y que no hace falta mucho para ser feliz. Basta con la libertad. A veces.
Hay una piedra en mi zapato.
La primavera está en el aire,
está en el sol, está en el cielo.
Me gusta el viento.
El campo es verde, y nos rodea
todo lo que hemos soñado.
Hay una piedra en mi zapato.
está en el sol, está en el cielo.
Me gusta el viento.
El campo es verde, y nos rodea
todo lo que hemos soñado.
Hay una piedra en mi zapato.
Ésta es tu sombra.
Hay una sombra en tu sonrisa,
que advierte acerca del peligro.
Estabas llena de alegría.
Ésta es tu sombra.
No es una sombra en la pared.
Ésta es tu sombra.
que advierte acerca del peligro.
Estabas llena de alegría.
Ésta es tu sombra.
No es una sombra en la pared.
Ésta es tu sombra.
Selfie en el parking de un supermarket
Quiero que sepas que voy a viajar al país del norte que llaman imperio, para tomarme una selfie en el parking de un supermarket, porque yo sí que tengo toda la onda.
Jipi con osde.
La gente sonríe al tiempo que el showman representa su obra. El pelo desprolijamente ensortijado, la barba prolijamente mal cortada. Zapatos leñadores, pantalón cargo, sueter a rayas con un punto de costura estratégicamente suelto sobre el hombro izquierdo, a la vista de todos. Tan lejos y tan cerca, en un patio tan propio de nosotros, hay una delicada armonía entre público y artista.
Aislados.
Ahí está el mundo con sus peligros, ahí está el mundo al otro lado de la alambrada. Vemos la escena que nos rodea y éso es todo lo necesario. El resto, el resto no es importante porque aquí estamos juntos y a salvo de lo que suceda, aislados.
Ahí vivo yo.
Me sumerjo en las tinieblas. Mis ojos toman un par de segundos para vislumbrar lo que parece una puerta a pocos metros de distancia. Avanzo hacia ella. Ya lo afirmo con certeza, me convenzo a mí mismo de que hay una puerta allí. Detrás mío sólo puedo decir que ha quedado un atisbo de luz desprendida del hoyo por el que caí. Hacia adelante, mis pasos me llevan a lo desconocido.
E.
Ella a su casa lo invitó
no quería sexo
sólo buscaba amor.
Él sonriendo aceptó
sólo quería sexo
no buscaba amor
Ésta es la historia de la alumna y el profesor
y el trago amargo que la vida les dejó
Ella a su casa lo invitó
no quería sexo
sólo buscaba amor.
Él sonriendo aceptó
sólo quería sexo
no buscaba amor
Tiempo después él a su cargo renunció
y ella su vida triste y sola continuó
Ella a su casa lo invitó
no quería sexo
sólo buscaba amor.
Él sonriendo aceptó
sólo quería sexo
no buscaba amor
no quería sexo
sólo buscaba amor.
Él sonriendo aceptó
sólo quería sexo
no buscaba amor
Ésta es la historia de la alumna y el profesor
y el trago amargo que la vida les dejó
Ella a su casa lo invitó
no quería sexo
sólo buscaba amor.
Él sonriendo aceptó
sólo quería sexo
no buscaba amor
Tiempo después él a su cargo renunció
y ella su vida triste y sola continuó
Ella a su casa lo invitó
no quería sexo
sólo buscaba amor.
Él sonriendo aceptó
sólo quería sexo
no buscaba amor
Recuerdos de una travesía
Entramos al bar de un pueblo perdido por quién sabe dónde y todos voltearon al vernos llegar. Éramos la imagen de la rebeldía y el atrevimiento de ser lo que nadie se animaba a ser. Nos rodearon con sonrisas, cordialidad y alegría y la envidia sana e inocente de ésos que no conocían nada más que el mismo entorno donde se criaron.
jueves, febrero 20, 2020
Trabajo "en morocho" me dijeron...
El tema es así: las empresas
te dan laburo pero te dicen que NO te pueden blanquear "por ahora" y vos
necesitás el trabajo así que aceptás con tal de quedar, hay una larga
fila atrás tuyo, además todos los días va gente a dejar currículums...
empezás a trabajar según lo previsto, pero de repente te señalan que "ya
que está, mientras tanto vamos a hacer tal cosa" aunque ése "vamos"
signifique que VOS vas a hacerlo y así te van cargando de trabajo, cada
vez más, sin que implique un aumento de sueldo, por supuesto. Un día cae
una inspección, los mandan a todos a esconder al baño, menos los que
estaban a la vista de los inspectores, claro, así que un par se quedan.
Los inspectores no son boludos, se dan cuenta de que un lugar así no lo
manejan apenas dos personas. Empiezan a buscar y los encuentran. La
vergüenza de salir del escondrijo, pero a la vez la espectativa de que
al fin te blanqueen! Y resulta que las patronas son muy simpáticas y los
inspectores entonces las avivan de que pueden blanquear a los empleados
por 4 horas semanales y a los 45 días llevarlos a enviar el telegrama
de renuncia, diciéndoles que si lo mandan van a tener asegurado el
trabajo. Una mentirita, pero el empleado sigue con miedo de perderlo
todo y acepta, manda el telegrama y sigue laburando esclavizado,
forreado, boludeado porque necesita la plata y no quiere volver a estar
sin trabajo. Porque peor que un laburo de mierda es no tener un laburo.
domingo, febrero 09, 2020
El Pillo.
Sentí el latigazo del chorro de agua y retiré mi mano en un acto reflejo.
No fue doloroso, fue algo nuevo, extraño.
Leandro sonreía, diabólicamente.
Le divirtió su estúpida travesura.
No fue doloroso, fue algo nuevo, extraño.
Leandro sonreía, diabólicamente.
Le divirtió su estúpida travesura.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)