Las personas se confunden.
Yo me confundo.
Todo es confusión.
Una dramática confusión
que se echó a rodar
como una bola de nieve
y generó una avalancha.
Miramos hacia adelante y hacia atrás, y anhelamos lo que no tenemos; nuestra risa más sincera está llena de dolor, nuestras canciones más dulces son aquellas que revelan nuestro pensar más triste...